Nezahualcoyotl: La gran historia

Después de varias semanas he tenido tiempo, o más bien, me he dado el tiempo para escribir esta breve reseña que deseo compartir con ustedes, pues supongo que les va a interesar y a emocionar tanto como a mí.

Por extraños azares del destino, bueno de extraños no tuvieron nada porque fue gracias a personas que uno va conociendo en su diario andar por la vida; resulta que el Lobo Tuerto y un servidor tuvimos la fortuna de ser invitados a una reunión los productores del largometraje animado: Nezahualcoyotl, La gran historia, Raymundo Juárez y Leticia Ramos.

Para ser sinceros no era mucho lo que sabíamos de éste proyecto, salvo unas pocas imágenes que rondaban la web y uno que otro artículo en algún blog que tampoco proporcionaba ninguna información “oficial”.

La verdad es que no teníamos bien claro cual sería el tema central de la reunión ni los puntos a discutir, o si nos mostrarían un trailer, un teaser o algo por el estilo, pero al final terminamos en una charla informal sobre el proyecto, sus antecedentes, pormenores y hasta una que otra anécdota curiosa y la confianza y la simpatía mutua fluyeron de forma natural de ambos lados al charlar sobre lo difícil que es emprender una empresa de este tipo (o el MMORPG de AztlanRPG) y fue entonces que apareció una laptop en la cual nos presentaron algunas secuencias de lo que más adelante podría ser el trailer de la película.

A pesar que las imágenes aún no estaban en lo que nos dijeron será la versión final -pues aún faltan algunos detalles en fondo, textura y algunas otras cosas- lo que vimos nos dejó un dulce sabor de boca:

La cuenca del Valle de México en 1402, la inmensidad del lago rodeado de montañas, una ciudad a la vera del lago, es Texcoco la capital del pueblo Alcolhua, humo sale de sus templos y se nota gran agitación, la toma se eleva y cruza el lago hacia el poniente a gran velocidad, como si se viera todo desde los ojos de un águila, se acerca a la orilla opuesta, a Azcapozalco, capital tecpaneca regida por el déspota Tezozomoc, pero sin detenerse gira de nuevo para adentrarse a un islote al centro del lago, unido a tierra por tres formidables y largos caminos-puentes… Sí, es la Gran Tenochtitlan, con sus chinampas cuidadas y trabajadas por los calpullis y al centro, el imponente centro ceremonial presidido por el templo gemelo de Tlaloc-Huitzilopochtli…

- Debo hacer una pausa, pues si me perdonan la expresión, esa secuencia esta de poca su mami; y eso que aún no está terminada al cien por ciento y se ve… que pa’ que les cuento, como diría el buen Marvel de los Amenoské: casi me mojo. Jejeje Les dejo unas imágenes para que no se lo imaginen. Y debo acotar también que tanto al Lobo como a mí nos brillaron los ojitos con la sola idea pedir el mapa digitalizado del Ombligo del Único Mundo para AztlanRPG.


Retomando, la película es una combinación de animación 3-D por computadora y personajes 2-D. Personalmente me agradaron los diseños visuales de los personajes y algo que me gustó mucho fue la forma en que van presentando la personalidad de Maxtla, el hijo de Tezozomoc que termina siendo el principal oponente de Nezahualcoyotl. No tenemos aún muchos detalles del guión, pero habrá que ver como se trabajó en la adaptación –que nos comentan fueron asesorados por gente del INAH- que aunque ya sabemos que siempre se pueden tomar “licencias artísticas” en aras de mejorar la trama, nos comentaron que se trató de ser lo más apegado a la historia conocida en medida de lo posible.

Por ahora lo único que se tiene cierto del proyecto es que se estrena en 2010, ni Lobo Tuerto ni yo no conocemos más detalles que los que se han descrito arriba acá, sin embargo, Raymundo y Leticia prometieron irnos regalando algunas primicias como imágenes, vídeos –trailers y teasers-, noticias y alguna que otra sorpresa que vayan teniendo respecto de la película, por ahora, sólo tenemos algunas imágenes y con eso deberemos conformarnos hasta nuevo aviso.

Enhorabuena, felicitaciones a todos los involucrados en el proyecto: Nezahualcoyotl: La gran historia. Y esperamos tener pronto más noticias al respecto.

La destrucción de las pirámides

Contrario a lo que el título puede hacer suponer al lector, éste texto no trata de invasores ibéricos ni de sacerdotes católicos que en aras de la evangelización destruyeron templos a diestra y siniestra. ¡NO! Este texto trata sobre la ignorancia que dos o cuatro veces al año provoca que los monumentos que nos fueron legados por los ancestros sean destruidos despiadadamente por la ignorancia.

Al día de hoy, en sitios como Chichen Itza está ya prohibido el ascenso a las pirámides y me parece que se planea lo mismo en Teotihuacan. Sinceramente no me entusiasma en absoluto la idea que se cierren dichos accesos; no hay nada como ver La calzada de los muertos desde la cima de la Pirámide de la Luna, o El templo de los guerreros y la enorme extensión de la selva vista desde "El castillo", la famosa y recién nombrada Nueva Maravilla del Mundo, Pirámide de Kukulkan, pues tuve la suerte de visitarla unos meses antes que cerraran el acceso en forma definitiva.

Desgraciadamente se trata de la ignorancia de nosotros mismos la que provoca dichas acciones, en su momento Rogelio Rivero Chong, entonces encargado de la zona arqueológica de Teotihuacan comentó lo siguiente:

"Desafortunadamente a partir de principios de los años 90 se puso de moda que programas televisivos promovían prácticas esotéricas relacionadas a sitios arqueológicos, fue entonces que se incrementó exponencialmente la visita masiva a Teotihuacan", asegura el arqueólogo.

Y es que en un ritual de bienvenida de la primavera, que se lleva a cabo también en otros monumentos arqueológicos del país, cientos de miles de personas ataviadas de blanco a la usanza prehispánica acuden a cargarse de energía positiva.

Aforos de hasta un millón de personas en tránsito, según cálculos de las autoridades del sitio, han llegado al lugar en un solo día durante el equinoccio de primavera a darse un "baño de luz", y algunos más participan en rituales prehispánicos que aquí se desarrollan.

En la misma entrevista comentó que las tres estructuras más grandes y representativas de la zona arqueológica, como la pirámide de la Luna, del Sol y el Templo de Quetzalcóatl, además de otras áreas más pequeñas no tienen la capacidad de carga para resistir tanto tránsito humano.

Es importante recalcar que eso de "cargarse de energía" o "los baños de luz", no son absoluto tradiciones o herencia cultural prehispánica, sino parte del New Age. Por ahí dicen que las pirámides son lugares donde se centraliza la energía y alguna que otra tarugada, pero ello no aplica a los "basamentos" (que eso son y no pirámides) que nos legaron las culturas prehispánicas. También se debe señalar que si bien tienen una disposición bien calculada y alineada con los puntos cardinales y otros detalles que muestran la grandeza y el avance tecnológico de los ancestros, también debemos notar que dichas construcciones no eran utilizadas en su tiempo para "cargarse de energía" sino como centros ceremoniales. En el último de los casos, si leemos algo de chamanismo, sabremos que los focos tonales o centros de energía o como quieran llamarles, generalmente estaban en otro lugar donde los sacerdotes y chamanes pudieran hacer uso de él, no en una plaza pública como las pirámides.

Dejemos entonces claro: Ir en equinoccio y/o solsticio a cargarse de energía NO es en absoluto una tradición prehispánica. Y en vez de preservar la cultura de los ancestros, la confunde y diluye con pensamientos New Age que nada tienen que ver. Como también se mencionó en su momento:

La gente es libre de sentir y creer en lo que quiera, eso nosotros lo respetamos, pero no de hacer lo que quiera, la zona es un patrimonio de la humanidad, no podemos permitir que aquí se hagan fiestas esotéricas.

Por supuesto que éstas personas "New Age" - independientemente del respeto a sus creencias- lo que hacen no sólo es dañar el patrimonio y los monumentos arqueológicos, también afecta a los comerciantes del lugar, tanto los establecidos como los ambulantes, que se han expresado en contra del cierre del acceso a las pirámides pues ello conllevaría un decremento en el número de visitantes y por supuesto en sus ventas.

Por todo lo anterior, los invito a que independientemente de su religión, adhesión política, preferencia sexual y hábitos alimenticios, a que eviten ser parte de ésa marabunta ignorante que se agolpa a los sitios arqueológicos con una falsa idea de "beneficio" y no sólo eso, que instruyan a sus familiares y amigos sobre el mal que todo ello provoca a nuestro patrimonio.

Para más datos, revisen estos temas en los foros de AztlanRPG:

El desgaste de las pirámides: http://aztlanrpg.net/forums/index.php?topic=1503.0

Y un poco más en tono de broma (y con mucho sarcasmo):
Cargate de energía esta primavera: http://aztlanrpg.net/forums/index.php?topic=1877.0

Donde el buen Tlatotoctli menciona -y tal vez con justa razón- que si desean cargarse de energía; mejor deberían introducirse una batería en salva sea la parte.

Los pochteca... comerciantes del Anahuac.

En general sabemos que el término pochtecatl se refiere a la clase comerciante en México-Tenochtitlan. Sin embargo poco se habla de los pochtecatl en documentos o anales y de alguna forma no están cubiertos con el mismo halo de misticismo que por ejemplo los guerreros y los sacerdotes.

Me parece que el primer contacto que la mayoría tenemos con los pochtecalt se debe a la novela Azteca de Gary Jennings, donde Miztli, el protagonista, en uno de los tantos giros inesperados de la trama termina siendo un comerciante que ayuda en gran medida a la expansión del imperio. Claro está que a pesar que Jennings es un gran narrador y sus novelas excelentes, no debemos olvidar que solo son novelas y no debemos creer al pie de la letra todo lo que en ellas se dice.

Entonces hablemos un poco sobre el tema precisamente para conocer un poco más de la organización y vida de los comerciantes del Anahuac.

Según Jacques Soustelle en su libro La Vida cotidiana de los Aztecas, los pochtecatl tenían su propio barrio o Calpulli el cual era hermético y no permitía el acceso ni la mezcla con ningún otro (artesanos u otros trabajadores), tenían sus propias fiestas (en la imagen Yacatecuhtli, el dios de los pochteca) y las bodas eran casi exclusivamente entre miembros del mismo calpulli. En cuanto a la aplicación de las leyes, son prácticamente la única clase que no tenía que estar sometida en todo momento a los tribunales del imperio, es decir, ellos mismos tenían sus tribunales donde se arreglaban disputas e se imponían penas, lo cual es una gran diferencia con todos lo otros habitantes del Cem-Anahuac.

La historia cuenta que no fue fácil ganar el reconocimiento y el favor del Tlatoani, sin embargo tiene tintes épicos: Durante el gobierno de Auhizotl una gran columna de pochtecatl fue sitiada en una aldea de Anahuac Ayotlan (vertiente del Pacífico del Istmo de Tehuantepec) por guerreros de diversas tribus. Combatieron sin cesar y resistieron cerca de cuatro años. Ahuizotl envió a quien más adelante, a la llega de Cortés y los ibéricos, sería Uei-Tlatoani: Moctezuma Xocoyotzin, quien entonces ostentaba el rango de Tlacochcalcatl(guardián de los templos dedicados a la guerra) a la cabeza de las huestes mexicanas en su auxilio, pero al llegar los encontró vencedores, ya en camino hacia la Gran Tenochtitlan y cargados con despojos de sus agresores.

Con cabellos sueltos hasta la cintura, con su aspecto a la vez de agotamiento y triunfo estos comerciantes-guerreros produjeron una impresión extraordinaria en México, comenta Soustelle. Dicha hazaña les valió ser recibidos con todos los honores en la corte de Ahuizotl, donde entregaron al mandatario los estandartes e insignias de su victoria. El soberano los llamó entonces "mis tíos" y les otorgó el derecho de llevar las plumas y los distintivos permitidos solo a la clase noble, claro que sólo podían usarlos en fiestas y celebraciones.

A propósito de este hecho Sahagún hace mención de la respuesta de los pochtecatl:

"Nosotros, tus tíos, los pochteca que estamos aquí, pusimos nuestras cabezas y vidas en riesgo, y trabajamos de noche y de día que, aunque nos llamamos mercaderes y lo parecemos, somos capitanes y soldados que, disimuladamente, andamos a conquista."

Dicha respuesta deja ver un salto enorme en el status de los comerciantes del Anahuac, pues llamarse a sí mismos "capitanes", así como el usar joyas y distintivos, era considerado una osadía intolerable hasta antes de ese día, en el cual comenzaron a disfrutar de ciertas ventajas sociales, así como el favor del Tlatoani, que vio en ellos una útil herramienta para agrandar sus territorios.

Sin embargo, como dice Soustelle, es falso que los pochteca fueran "guerreros disfrazados", ante todo eran comerciantes, a pesar que en muchas más ocasiones, no solo en su sitio en el Istmo, tuvieron que llevar acabo ciertas acciones militares.

Existían diversos rangos entre los pochteca algunos bastante interesantes, pero ello será motivo de otro artículo más adelante.

Un nuevo Tlatoani

La icpalli tenochca había quedado vacía: Axayacatl fue llamado por el Señor Huitzilopochtli para acompañarlo en su viaje eterno, de donde solo podría volver pasados cuatro años en la forma de un poderoso huitzilin.

Sin embargo, en el Cem Anahuac apremiaba la necesidad de un nuevo señor para comandar la gloriosa Mexico-Tenochtitlan, por lo cual se reunieron en consejo los nobles mexica con los consejeros de sus ciudades hermanas de Tlacopan y Texcoco, para elegir al aquel que cubriera los requisitos necesarios para ocupar la regencia de la ciudad y de toda la Triple Alianza.

El peso cayó casi sin discusión en el hermano menor de Axayacatl, la fe ciega en la sangre que corría por las venas de ambos hermanos hacía inobjetable el nombramiento y de forma unánime Tīzoc Chalchiuhtlatona fue llamado a ocupar el icpalli de Mexico-Tenochtitlan.

Sin embargo la misma sangre a veces no se comporta de igual forma aunque venga del mismo padre y el destino del nuevo señor de la Triple Alianza sería muy distinto al de su predecesor.

El ocaso de Axayacatl

A la vuelta del Señor Axayacatl, los ejércitos de la triple Alianza pudieron ser reordenados para mantener el control del imperio, sin embargo, la psique del Uey Tlatoani nunca se repuso del golpe que significó el deber anteponer su patria antes que su propio honor.

A pesar de todo, el Señor del Rostro de Agua comando una nueva expedición de conquista tres años después con rumbo del Mar de la Vida: al este del imperio, en el cual sin mucho esfuerzo logró conquistar las siete capitales de las tierras de Tochpan, sin embargo, ninguna conquista podría componer la rota psique del Señor Axayacatl, que pasaba muchas noches en vela o noches con malos sueños, añorando la muerte en guerra, la muerte al filo de la obsidiana y acompañar así al Señor Huitzilopochtli desde el levante hasta el cenit en su travesía celestial. Eso era lo que el Tlatoani más lamentaba, creía firmemente que su destino era acompañar al Señor Sol y que su oportunidad le había sido arrebatada al deber anteponer a ello la estabilidad del imperio cuando huyó en tierras P’rempechas.


Debido a ello mando tallar un enorme monumento donde se mostraran las eras del Cem Anahuac y que incluyera la cuenta de los días hasta el fin de los tiempos, siendo esta la forma que tendría el Tlatoani para acompañarlo hasta el fin de los días: por medio de La piedra del Sol.

Cerca de un año después de su última victoria en Tochpan, la luz de vida del Tlatoani llegó a su fin sin haberse repuesto nunca de la herida en su tonalli que el pueblo Tarasco había provocado cuatro años antes.


Que el Señor Huitzilopochtli lo acoja eternamente en su travesía diurna y lo llame a su presencia cuando deba enfrentarse a los Centzon Huiznahua cada noche en el Micltan, donde el Señor Axayacatl mostrará eternamente el valor y el coraje del corazón mexica.

La invasión a tierras tarascas

La marcha fue ardua. El ejército del Señor Axayacatl ha invadido Michihuacan y entabla combate directo con el Imperio P’rempecha; muchas victorias se lograron y las ciudades del Valle de Tollocan fueron conquistadas. Las tropas de la Triple Alianza vencieron una y otra vez a los defensores tarascos en cada ciudad; en cada batalla, en cada combate, la destreza y el valor de los guerreros al mando del Señor Axayacatl se ponía de manifiesto.

Desde la lejana Xiquipilco, la última ciudad conquistada, partieron los guerreros con el único objetivo de tomar los templos y las figuras de los dioses en Tzintzunzan, la capital p’rempecha.

20,000 guerreros de la triple alianza se enfrentaron con valentía a cerca de 40,000 tarascos determinados a no permitir el avance de un metro más de los conquistadores imperiales. Más de un día entero duró el combate con bajas cuantiosas en ambos bandos, se peleó con honor y con fiereza, sin embargo los guerreros de la capital P’rempecha estaban mejor organizados que las huestes a las cuales se habían enfrentado antes los guerreros aliados, además de ser más fieros y casi doblarlos en número. Muchos guerreros de elite y nombres tenochas cayeron ese día en el que el Señor Tonatiuh no brindó sus favores a los guerreros de la Triple Alianza.

Los aguerridos tarascos conocían el accionar del ejército aliado y a sabiendas que si no aplastaban y destruían para siempre al ejército de la Triple Alianza, vivirían bajo la eterna amenaza de una nueva invasión, pelearon con el único objetivo de borrar del Único Mundo hasta el último guerrero invasor.

El Señor Axayacatl fue derrotado y junto con sus principales mandos militares fueron perseguidos para ser ofrendados a los dioses Tarascos. El Uey Taltoani conocedor que de ser capturado junto con sus generales pondría en riesgo el poder militar de la Triple Alianza, así como el dominio de los territorios conquistados y las provincias del imperio, puso antes que su vida y su honor en batalla la estabilidad de su patria, huyendo de tierras p’rempechas en una deplorable cacería humana que llegó hasta los límites mismos del territorio imperial, en el Valle de Tollocan con los tarascos pisando sus talones y de la cual apenas lograron salvar la vida 1,000 guerreros que regresaron derrotados a la siempre gloriosa México-Tenochtitlan.

El reinado del Señor Axayacatl

Muchas han sido las conquistas de la Triple Alianza al mando del Señor Axayacatl, los documentos expresan la anexión de los mazahuas, matlatzincas y Otomíes del valle de Toluca, así como territorios cercanos al Mar de la Vida, al este del Cem-Anahuac y hacia los territorios del los antiguos y sabios Mayas.

Los descontentos de los Pochtecame en la gemela ciudad de Tlateloco han sido sofocados después de algunas revueltas y ha quedado ahora bajo el dominio Tenochca, no sin el recelo de los hermanos Tlatelocas, sin embargo hábiles movimientos políticos y la instauración de un tlatoani con linaje Tenocha provocan un artificial ambiente de calma sobre las aguas del Lago de Texcoco.

Las tropas del Señor Axayacatl han partido ahora con rumbo al oeste con un fin estratégico y en pos de la conquista de los territorios p'rempechas de Tzinztunztan para: además de anexar sus territorios a la Triple Alianza, hacerse con los secretos para la manufactura de las esplendidas armas del impero Tarasco.

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--> Así inicia el primer capítulo del Rol por Foro, y solo quiero recordar que es una narración literaria que no intenta ser considerada como real.

Lo que sigue...

... es una adaptación literaria de lo hechos que ocurrieron en el territorio conocido como Cem Anahuac, "El único mundo" y con la Triple Alianza; la unión de las tres ciudades-estado: México-Tenochtitlan, Tlacopan (hoy Tacuba) y Texcoco, que formaban la coalición que permitió a los mexica construir un vasto imperio.

Durante el mandato de Moctezuma Ilhuicamina, la Triple Alianza conoció uno de sus periodos de expansión y conquista más importantes, llegando hasta las costas de lo que hoy se conoce como Veracruz. Para 1469 Axayacatl, sucesor del Flechador de Cielo (Ilhuicamina), se encontró un naciente y extenso imperio que era necesario consolidar y por supuesto acrecentar. Axayacatl tuvo que ordenar y pacificar algunos territorios, incluida la famosa revuelta de los pochteca (comerciantes) de la vecina ciudad gemela de Tlateloco.

Es en este marco histórico donde iniciaran las narraciones, el motivo es más bien simple; ayudar a mi buen amigo Cuauhtzin a ambientar un juego de "Rol por foro" dentro de los foros del proyecto AztlanRPG, en dicho juego, los participantes seleccionan una cultura, un pueblo, un personaje, con el cual deberán intentar construir y liderar una o varias ciudades, con el favor o contra la voluntad de un Imperio mexica en expansión y las decisiones que que tomen serán en perjuicio o favor de sus ciudades y sus habitantes, les ayudaran para acumular poder y riqueza o terminarán siendo arrasados y anexados como pueblo tributario de la Gran México Tenochtitlan. Todo dentro del marco de hechos históricos reales.

Como se mencionó al inicio, las narraciones a pesar de estar basadas en la historia de Mesoamérica, tendrán las modificaciones convenientes para adecuarse al juego de rol, tomándonos algunas licencias literarias para hacer el juego más dinámico, interesante y divertido. Hecha esta aclaración, se espera que los detalles contenidos dentro de esta serie de artículos por venir, no sean considerados por ningún motivo como datos históricos reales, se hace hincapié en que están basados en hechos reales, únicamente.

Mi invitación es entonces, que si en algún momento les parece interesante o atractivo lo narrado, consulten la vasta bibliografía histórica que hay al respecto, muchas veces la historia es por mucho más interesante que lo que nuestros profesores de primaria, secundaria y prepa nos hacen creer... en mi experiencia estoy firmemente convencido que "La realidad, supera la ficción".

Nota adicional: si alguien se interesa en este Rol por Foro, por acá está el enlace para visitarlo: http://aztlanrpg.net/forums/index.php?board=26.0 Pregunten al moderador si aún hay posibilidad de integrarse.

De vuelta a casa

Después de casi dos años de inactividad he regresado al Blog.

¿Por qué? Simple, por toda la piratería y robo de material que existe dentro de los blogs. Es triste pero cierto, poco después de mi último post me enteré que un escrito que había dejado en otra página estaba en riesgo de ser plagiado, un supuesto profesor de Secundaria lo encontró por ahí y lo envío a una editorial para que fuera incluido, bajo su autoría por supuesto en un libro de texto de Secundaria.

En realidad dicho texto no tenía mayor aspiración que ser una pequeña crónica de un evento en la Casa del Lago del bosque de Chapultepec de la capital mexicana; las Narraescenificaciones de Tlakuakilotl, un evento gratuito de narración de cuentos prehispánicos que se llevó a cabo en Agosto de 2006 y al cual hice una breve reseña:

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En los prados verdes de un bosque de Chapultepec que recibe poca gente para ser domingo, junto al lago donde las familias se hayan embarcadas en curiosas y divertidas lanchas de pedales y alguna pareja intenta pasar un momento intimo al centro del lago en una lancha de remos, donde existe privacidad a pesar de estar rodeados de una multitud en pequeñas embarcaciones de todos tamaños y una larga fila de personas junto a las casetas donde por algunos pesos te regalan una mágica de hora sobre la verde superficie de un lago estancando.

Es en este marco aparece entre las confieras del lugar, un curioso y atemporal Tlacuache, ataviado con un sombrero de bomba y una especie de pantalón de manta atado por dos jaretas a la altura de la cintura, y llevando a modo de carrillera un morralito de mecate y un paliacate atado al cuello. Su pregón rompe la tranquilidad de un claro dentro del bullicioso bosque en un largo y embelesante grito:

- Cueeeeeeennnnnnnntosss... Sueeeeeeeeeeñññññoooosss....

Mientras se mueve de un árbol a otro, de forma fugas y expectante, llevando dos rosas blancas en las manos e invitando a cualquier cándido transeúnte que escuchando su pregón se sienta atraído por su mágica presencia, mientras el sonido del acordeón de Héctor, su ayudante, que interpreta curiosas melodías al tiempo que realiza un acto de equilibrio con dos muletas y un pie enyesado.

El Tlacuachón entonces moviéndose entre el público reunido, al ritmo que le marcan las notas del acordeón que flotan en el aire, se presenta a sí mismo al tiempo que ofrece narrar un cuento... del tipo que la audiencia prefiera, tomando de su morralito toda la magia que se requiere para ello... como nadie sugiere algún cuento o tipo de narración, pide a alguien del público que de su morral tome un papel, el cual contiene el nombre de un antiguo cuento náhuatl...

Lentamente se dirige al centro y comienza a narrar efusivamente el cuento... en un fluido náhuatl...

Después de unos segundos, voltea y observa las desconcertadas caras de todos en la audiencia y con un gesto de incredulidad comenta:

- No están ni en básico de Náhuatl ¿verdad?....

Y con otro gesto de desaprobación continua...

- Entonces tendré que contárselos en español...

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Este es link donde apareció por primera vez (sin la corrección de ortografía) en Agosto de 2006: http://aztlanrpg.net/forums/index.php?topic=377.msg7126#msg7126

Algún tiempo después recibí una notificación del intento de plagio para su publicación en un libro de texto de secundaria. Aunque evidentemente no es un gran texto, uno se siente de alguna forma vulnerado cuando ello sucede.

Por supuesto que todo lo anterior me produjo una gran desconfianza para seguir publicando escritos por este medio, pero ¡Qué rayos! si vivimos con miedo nunca llegaremos a nada ¿no es cierto? Así que estoy de vuelta y aunque el tenor de las entradas este blog variará un poco a las de hace un par de años, creo que tengo la solución para mantener un poco el interés en los temas prehispánicos.

Nos seguimos leyendo.

Ocho-Viento.

El moderno juego de pelota

Hace ya poco más de una década tuve la fortuna de asistir a una fiesta en Xochimilco, al mero pueblo, era una suerte de fiesta familiar y a pesar que la familia anfitriona no tenía parentesco con la mía la disfruté como tal, y como no hacerlo con la cantidad y sobre todo calidad de comida tradicional y hecha en casa que ahí se sirvió, me lamo los bigotes solo de recordarlo. Pero mi recuerdo mejor de aquella fiesta no es lo que comí sino lo que aprendí.

Siempre he sido entusiasta de las historias, de la tradición oral de pueblos, familias y personas y en aquella ocasión fue un hombre que ya pasaba los 60 quien me instruyó sobre el tema, su rostro moreno y arrugado contrastaba con una espalda enorme y unos brazos dignos de físico culturista. Como sucede siempre, después de algunas cervezas surge la añoranza por las glorias pasadas, resulta que el buen hombre llegó a ser campeón nacional de frontón, en modalidad trinquete si mal no recuerdo e incluso participó en alguno que otro torneo internacional; por si quedaba alguna duda del hecho el hombre mostró sus más grandes trofeos, un par de colosales manos con incontables cicatrices de batallas añejas, nudillos sumidos y dedos chuecos de sufrir fracturas sobre las fracturas. Curiosamente después de haberse presentado como obvio experto del tema la conversación no trató sobre sus logros sino de la cultura del Frontón en Xochimilco. Nunca creí que un pueblo tuviera tal tradición sobre el frontón, resulta ser que la zona es el mayor semillero de pelotaris del país y ha dado campeones mundiales de frontón, pelota vasca y jai-alai si no me equivoco, pero lo que más me llamo la atención fue el comentario respecto al origen de tal tradición, pues venía directamente de al época prehispánica.

El dato me dejó pensando mucho, sobre todo me asaltaron las dudas ¿Porqué se arraigo tanto en Xochimilco? ¿Qué tanto sabemos de Xochimilco en la era prehispánica? ¿Había juegos de pelota ahí?

A la fecha no me he dado a la tarea de buscar las respuestas, espero algún día saber algo más de los Xochimilcas, no solo que eran una de las siete tribus que salieron de Aztlán-Chicomoztoc, por ahora me conformaré con saber que son ellos los depositarios de la tradición de jugadores de pelota de la Gran México-Tenochtitlan. Y dejo un fragmento del artículo “Hablemos de frontón” del Señor Demetrio Sodi de la Tijera:

La ciudad de México ha sido el centro de este deporte a nivel nacional, y especialmente los pueblos de Xochimilco, Tulyehualco y San Juan Ixtayopan han dado a nuestro país varios campeones y subcampeones mundiales y olímpicos en frontón a mano y trinquete. La afición a este deporte seguramente es resultado de la tradición indígena y la influencia española, y han dado al mundo varios de los mejores pelotaris. Es un juego durísimo y los partidos son prácticamente a muerte. Es un deporte olvidado por las autoridades, y a pesar de la gran afición que existe y el lugar preponderante que tiene México en el mundo, es un deporte olvidado por los medios de comunicación. Como comenta Omar Cerecedo, el problema no es la afición sino la difusión.