lunes, 9 de junio de 2008

De vuelta a casa

Después de casi dos años de inactividad he regresado al Blog.

¿Por qué? Simple, por toda la piratería y robo de material que existe dentro de los blogs. Es triste pero cierto, poco después de mi último post me enteré que un escrito que había dejado en otra página estaba en riesgo de ser plagiado, un supuesto profesor de Secundaria lo encontró por ahí y lo envío a una editorial para que fuera incluido, bajo su autoría por supuesto en un libro de texto de Secundaria.

En realidad dicho texto no tenía mayor aspiración que ser una pequeña crónica de un evento en la Casa del Lago del bosque de Chapultepec de la capital mexicana; las Narraescenificaciones de Tlakuakilotl, un evento gratuito de narración de cuentos prehispánicos que se llevó a cabo en Agosto de 2006 y al cual hice una breve reseña:



En los prados verdes de un bosque de Chapultepec que recibe poca gente para ser domingo, junto al lago donde las familias se hayan embarcadas en curiosas y divertidas lanchas de pedales y alguna pareja intenta pasar un momento intimo al centro del lago en una lancha de remos, donde existe privacidad a pesar de estar rodeados de una multitud en pequeñas embarcaciones de todos tamaños y una larga fila de personas junto a las casetas donde por algunos pesos te regalan una mágica de hora sobre la verde superficie de un lago estancando.

Es en este marco aparece entre las confieras del lugar, un curioso y atemporal Tlacuache, ataviado con un sombrero de bomba y una especie de pantalón de manta atado por dos jaretas a la altura de la cintura, y llevando a modo de carrillera un morralito de mecate y un paliacate atado al cuello. Su pregón rompe la tranquilidad de un claro dentro del bullicioso bosque en un largo y embelesante grito:

- Cueeeeeeennnnnnnntosss... Sueeeeeeeeeeñññññoooosss....

Mientras se mueve de un árbol a otro, de forma fugas y expectante, llevando dos rosas blancas en las manos e invitando a cualquier cándido transeúnte que escuchando su pregón se sienta atraído por su mágica presencia, mientras el sonido del acordeón de Héctor, su ayudante, que interpreta curiosas melodías al tiempo que realiza un acto de equilibrio con dos muletas y un pie enyesado.

El Tlacuachón entonces moviéndose entre el público reunido, al ritmo que le marcan las notas del acordeón que flotan en el aire, se presenta a sí mismo al tiempo que ofrece narrar un cuento... del tipo que la audiencia prefiera, tomando de su morralito toda la magia que se requiere para ello... como nadie sugiere algún cuento o tipo de narración, pide a alguien del público que de su morral tome un papel, el cual contiene el nombre de un antiguo cuento náhuatl...

Lentamente se dirige al centro y comienza a narrar efusivamente el cuento... en un fluido náhuatl...

Después de unos segundos, voltea y observa las desconcertadas caras de todos en la audiencia y con un gesto de incredulidad comenta:

- No están ni en básico de Náhuatl ¿verdad?....

Y con otro gesto de desaprobación continua...

- Entonces tendré que contárselos en español...



Este es link donde apareció por primera vez (sin la corrección de ortografía) en Agosto de 2006: http://aztlanrpg.net/forums/index.php?topic=377.msg7126#msg7126

Algún tiempo después recibí una notificación del intento de plagio para su publicación en un libro de texto de secundaria. Aunque evidentemente no es un gran texto, uno se siente de alguna forma vulnerado cuando ello sucede.

Por supuesto que todo lo anterior me produjo una gran desconfianza para seguir publicando escritos por este medio, pero ¡Qué rayos! si vivimos con miedo nunca llegaremos a nada ¿no es cierto? Así que estoy de vuelta y aunque el tenor de las entradas este blog variará un poco a las de hace un par de años, creo que tengo la solución para mantener un poco el interés en los temas prehispánicos.

Nos seguimos leyendo.

Ocho-Viento.

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